– ME SIENTO NO ACOMPAÑADO EN EL PROCESO –
IMPLICACIONES EMOCIONALES EN PROCESOS DE CANDIDIASIS
Artículo 3.
En todo proceso de sanación donde es requerido el seguimiento de un tipo de dieta concreto, las personas implicadas van siendo partícipes de unas circunstancias unidas a este hecho. Su vida comienza a tomar una dirección muy diferente a la conocida hasta ese momento. Con ello diversas emociones, sensaciones y conflictos entran a formar parte de su día a día.
Esta semana ha sido bañada con un toque común en varias personas con las que he compartido un espacio:
-Me siento NO acompañado en el proceso-
Una de ellas contaba como sus amigos insisten en que por un día deje la dieta. Que coma lo mismo que ellos. Que no pasa nada por ello:
– ¿Cómo me pueden decir eso unas personas que supuestamente me quieren y me han visto sufrir?.
– Comer ciertas cosas en este momento me produce tantas molestias y dolor que entro en un estado de tristeza, abandono…
– ¿Es posible que no me crean? ¿Creen que me lo invento para llamar la atención? ¿O que me he vuelto loca?¿Es posible que no me quieran?
Con una sonrisa le respondo:
Estoy segura que te quieren, pero ellos desde su lugar ven las cosas de otro modo, es posible que crean que la comida sólo te alimenta, sin saber qué es realmente alimentarse. Si esto no lo saben, cómo van a saber que hay alimentos que curan y otros que sólo llenan la tripa o alteran el funcionamiento químico del organismo.
Sólo nos pueden comprender las personas que pasan por el mismo proceso.
Realmente se sentía sola, y este sentimiento no le ayuda a encontrar su propio equilibrio. Esto le produce mayor ansiedad y sufrimiento.
“Curiosamente” los niveles de Cándida esta semana habían subido. Lo cual demuestra la importancia de la dieta, de los suplementos alimenticios para complementarla y como no nuestro estado de ánimo.
Otra persona con lágrimas en los ojos comentaba como sus amigas ya no contaban con ella en sus reuniones:
– ¿Cómo es posible que la comida aleje o acerque a las personas?
– ¿Qué es más importante para ellas, lo que yo significo o lo que como?
– ¿Qué hago en este momento, les digo que son una basura de amigas o me alejo de ellas?
Hemos de ser conscientes de que vivimos en una sociedad donde todo se celebra comiendo y muchas decisiones importantes se desarrollan alrededor de una mesa. Detrás de la comida se esconden muchos patrones, condicionantes personales, frustraciones y vacíos. Y cada uno de nosotros respondemos de un modo diferente frente a ello. A lo largo de mi caminar he comprobado cómo muchas personas se alejan de otras que tienen gran voluntad y persistencia para conseguir lo que quieren a través de la comida. La razón es simple: ven el espejo de su incapacidad e impotencia para hacer lo mismo ante una situación semejante; utilizando el ataque como autodefensa de forma inconsciente.
No te preocupes de lo que es importante para ellos, ocúpate de lo que es importante para ti y actúa en consecuencia. Habla con ellos y di lo que sientes, lo importante que es para ti compartir vuestro tiempo, vuestras inquietudes, en dos palabras, vuestra vida. Pero hazlo sin expectativas. Sin esperar que ellos cambien o lo entiendan. No trates de que ellos modifiquen sus hábitos. Y a partir de ahí según sea su respuesta tú podrás optar por nuevas posibilidades.
– Sí pero ellas no creen en mi comida. La juzgan constantemente.
Es normal, no la conocen y es un patrón muy marcado en esta sociedad juzgar todo aquello que desconocemos. Y observa qué estás haciendo en este momento.
Una mujer de expresión dulce con ojos llorosos grita:
– ¡Estoy hasta el gorro!
– No puedo ir ni a casa de mis suegros, están diciendo todo el día lo delgada que estoy y las “mierdas” que como. ¿No se dan cuenta de mi dolor?
No, realmente no. Los niveles de dolor en cada persona son distintos así como los niveles de consciencia. Hay personas que con muchísimo cariño actúan de una manera que no nos ayuda. Pero volvemos a repetir que la visión de cada uno es siempre distinta. Somos nosotros los que tenemos las herramientas para crear las barreras ante los comentarios que provengan del exterior.
Y hasta aquí un pequeño ejemplo de cómo pueden vivir este sentimiento personas con candidiasis, bueno yo diría más bien cualquier persona que por ciertas circunstancias tengan que llevar una dieta.
Somos seres individuales y nuestro aprendizaje es siempre individual, pero desde luego es mucho más fácil si nuestro entorno nos apoya. En algunos casos está en nuestra mano pedir esa colaboración, aceptando la posibilidad de que ellos no quieran, sepan o puedan darnos lo que precisamos.
Hace 30 años cuando comencé a comer arroz integral, yo también viví estas situaciones y otras verdaderamente duras, no entendía como se podían reunir alrededor de una mesa dos personas políticamente contrarias, dos hinchas de bandos opuestos, etc., y no dos personas comiendo dos tipos de arroz (como el blanco y el integral). ¡¿Cómo podía pasar de ser la “chica 10” a la que todos admiran a la “rarita” de la que todos se apartan, sólo por comer alimentos que ellos nunca habían probado?!.
Fue duro pero el mantenerme en un estado de integridad, coherencia, firmeza y amor dio paso a un espacio externo lleno de tranquilidad, aceptación, acompañamiento, respeto y por supuesto, amor. Desde ese momento nunca me he sentido no acompañada.
Pidamos esa compañía y ese amor sin olvidar nuestra capacidad para del mismo modo entregarlos.
-Recuerda que hoy puede ser por mí y mañana por ti.-
Ana Revilla 24 marzo 2013