– SEXUALIDAD Y CÁNDIDA –

 

IMPLICACIONES EMOCIONALES EN PROCESOS DE CANDIDIASIS

 

Artículo 4.

 

El tiempo pasa muy deprisa y siempre dejamos cosas sin hacer. La mente va más rápida que los pies; esto puede crearnos estrés, aunque si somos capaces de ponerle una chispa de color, puede llegar a darnos momentos de humor y de alegría; pasando de la aceptación a la valoración, espacio en el que resulta mucho más fácil ver la prioridad de cada momento.

He tardado en escribir un nuevo artículo, me encantaría hacerlo semanalmente pero… había otra prioridad que ha llenado mi vida de luz y de color; ¡ha sido hermoso!, tanto como los colores del arco iris. Todo esto ha sido posible gracias al trabajo lleno de amor realizado por mi hija y desde luego por vosotros, todos aquellos que habéis compartido con nosotras estas experiencias.

El cielo no sería igual si no existiesen las estrellas, el sol, la luna… y todo eso sois vosotros. Gracias.

 

Hoy quería hablaros de un problema o situación que se presenta muy frecuentemente en personas que padecen candidiasis: La sexualidad.

 

La cándida altera muchísimo el sistema endocrino, por lo cual hay una alteración hormonal que hace que se modifiquen sensaciones que antes se mantenían de una manera concreta.

Hay muchas personas que ven que su libido no está al mismo nivel que anteriormente; sienten rechazo por su pareja o no son capaces de llegar a un orgasmo; en estos casos la mente comienza a ir por libre creando sensaciones y dudas respecto a su relación,  formando ideas que suelen estar muy lejos de la realidad. El amor es algo muy interno que no vive a través de las relaciones sexuales, hemos confundido la sexualidad genital con la auténtica sexualidad; por supuesto que es una parte importante, pero sin pasarla por el centro integrador y transformador del corazón, no se diferencia de cualquier instinto animal. Es momento para relajarse, para comunicar con tu pareja, en un espacio dedicado a la ternura, a la escucha y al compartir lo que en el interior se está gestando. Recordando que se trata de una situación ocasional, que no sólo pasará sino que os concederá un nuevo aprendizaje lleno de información para integrar en la siguiente etapa. Si os abrís a expresarlo con vuestra pareja os sorprenderéis del acompañamiento que recibiréis en el proceso a través de ella.

También está el otro lado, la libido se dispara y la sexualidad es la base de todo pensamiento y acción. ¡Cuidado!, esto tampoco es “real “, es ocasional y se ha de observar qué hay detrás de esta sensación, el cuerpo nos habla y está en nuestra mano el saber escucharlo.

 

Desde luego cuando se está en tratamiento para el control de la cándida y se logra su neutralización, el desequilibrio desaparece y cada uno encuentra su estado natural. En infinitud de casos el haber pasado por esto ayuda a ver otros desajustes que existían y no se había tomado consciencia de que estaban ahí; la educación o el patrón mantenido a lo largo de la vida marca mucho y no nos permite ver si existe una posibilidad de mejorar nuestra relación sexual.

Muchas parejas descubren nuevas formas de relacionarse gracias a esto, hacer el amor es una cosa y amarse es otra. Encontrar un punto de elevación del SER a través del amor donde está incluido el sexo, sería el camino más maravilloso y  a través de él, también el camino más fácil para neutralizar o curar la cándida.

 

También hay que tener en cuenta ciertos cuidados en este tema. La cándida se contagia; si está en la boca, a través de los besos y la utilización del mismo vaso; en la vagina tanto en la penetración como en los juegos sexuales, por lo que el preservativo no es la solución.

Hay que tener en cuenta que en los juegos sexuales se utilizan las manos y la boca.

El flujo o mucosa vaginal puede estar infectada con estas levaduras y se pueden depositar fácilmente en la manos, y es muy fácil que estas manos puedan tener contacto posteriormente con la boca. La cavidad bucal se caracteriza por ser un medio húmedo y con un pH tal que la cándida pueda proliferar en ella gustosamente. Igualmente posible es que una mujer que tiene cándida vaginal contagie a su pareja en la boca al realizar el sexo oral.

 

He visto muchos casos con estas consecuencias, casos curiosos e incluso raros por cómo se desarrollan. Sea cual sea el motivo se tratan de casos muy latosos y difíciles de controlar.

Todo esto no implica que haya que abstenerse, pero sí tener cuidado.

 

En muchas parejas también existe el efecto ping-pong: la mujer contagia al hombre y él vuelve a contagiarla.

La higiene y la desinfección de la zona, el uso del preservativo, así como utilizar otro tipo de prácticas, ayudarán a la curación de la cándida.

 

Como consejo exterior:

Tanto el hombre como la mujer: Lavar la zona con una infusión de tomillo y gordolobo, antes y después de mantener una relación seguido de un perfecto secado, (con el aire frío del secador del pelo) y si hay sospechas sobre la posibilidad de contagio, ponerse un poco de plata coloidal después del lavado.

Y si tras esto persisten las dudas o síntomas, consultar con un profesional.

No os olvidéis de hacer todo esto con una sonrisa y el corazón lleno de amor.

 

Ana Revilla

13 Mayo 2013